capilla de San Xes...


La Capilla de San Xes, situada en el valle de Francelos, es un ejemplar único del arte prerrománico, que fue declarada monumento histórico-artístico en 1951.
En la actualidad, es un pequeño templo que sufrió importantes modificaciones, y en su reconstrucción se aprovecharon elementos decorativos y arquitectónicos, de tendencias Visigóticas, Asturianas y Mozárabes, que provenían de una edificación anterior prerrománica
Se cree que pertenecían a un antiguo Monasterio desaparecido, que a pesar de que los estudiosos no consiguen datarlo fielmente, estiman aproximadamente su existencia entre los siglos VII y IX. Se piensa que estaba habitado por monjes y monjas benedictinas, y que fue abandonado o incorporado al monasterio de Celanova, y su posterior conversión a la diócesis de Tui.
Se especula con la posibilidad de que el Monasterio original, fuese de planta basilical con tres naves, y que el vano de herradura que hoy actúa como acceso de la capilla tuviese en realidad la función de arco de triunfo de la capilla mayor. No existen, sin embargo, pruebas arqueológicas que confirmen este extremo.
La actual estrutura es de una nave con atrio, de planta rectáncular, con una orientación Este-Oeste. Tiene unas medidas de 8.6 metros de largo por 5,75 de ancho. Está cubierto con un tejado de madera, de dos aguas. Los muros se componen principalemente de piedras con forma irregular, y entre ellas, se muestran insertados elementos prerromáticos.
La puerta principal, cuenta con un arco de herradura Asturiano-Mozárabe. Arco que se apoya sobre dos semicolumnas de fuste monolítico con motivos vegetales ondulantes, de estilo Visigodo (como en la Iglesia de Santa María del Naranco). Los fustes se levantan sobre bases compuestas por plinto. Los capiteles con forma de ábaco rectilíneo (como los de la Asturiana Iglesia de San Miguel de Lillo o los de San Salvador de Priesca.), están decorados por cuatro filas de carnosas hojas, perteneciendo a una tipología Visigoda. En el extremo superior derecho del capitel derecho, se puede ver un cuerpo circular, y bajo de este, otra figura en forma de S.
La decoración de los capiteles se prolongan en relieves gravados, (semejantes a los de San Juan de Camba). En ambos, aparecen representados un personaje aureolado montado en un asno que lleva en la mano un posible ramo, y figuras con túnicas a su paso (dos en la derecha y una en el izquierdo). Son de tallas muy planas, y se enmarcan con un marco recto y ajustado. Algunos expertos piensan que es de estilo Asturiano Avanzado. Sobre la interpretación de estas representaciones existen varias teorías que coinciden en señalar que se tratan de escenas bíblicas:
-Una primera teoría defiende que representan, uno la Entrada de Jesús en Jerusalén y otro la Huída a Egipto.
-Una segunda defiende que uno representa la Entrada de Jesús en Jerusalén y el otro a Balaan detenido por el Ángel.
-Una tercera considera que se trata de un desdoblamiento de la misma escena. O de la Entrada en Jerusalén, o de la Huída a Egipto.
La puerta principal se flanquea por dos vanos o ventanas. La izquierda es cuadrada con derrame interior y exterior. En el lado derecho, aparece un vano con forma de arco de medio punto, que se cubre con una celosía en piedra de 90 cm de ancho y 146,5 cm de alto. La celosía presenta un calado de dos rosáceas de ocho pétalos superpuestos y triangulitos intercalados entre las hojas, y en la cima, tres arquitos de herradura. La celosía se enmarca en una moldura de 3 cm de ancho, con forma sogueada, y enmarcada a su vez por un tallo serpenteante con racimos, y en lo más alto, cuatro aves enfrentadas por parejas, picando en los racimos. El estilo de esta celosía divide a los estudiosos, unos ven influencias Visigodas y otros Mozárabes. Otros en cambio, se decantan por el arte Asturiano Serodio.
Durante la restauración, se encontraron diversos elementos prerrománicos, que luego formaron parte de los muros, situando pinturas barrocas en el interior. Situadas a los lados del altar, se encuentran dichas pinturas hechas al fresco, en mal estado de conservación, y representan cortinajes y estrellas insertadas en círculos. El retablo también es barroco, apollado en un banco decorado con pinturas de estilo similar al de los muros. Es un retablo estruturado en un solo cuerpo. Se distribuyen en tres calles, con la central resaltada. Los ventanales presentan arcos de medio punto y con fondos policromados. A la derecha del retablo, surge una rosácea de ocho pétalos enmarcados por una moldura circular, y un pequeño nicho de forma semicircular con un enmarcado sogeado.
En el muro Meridional, se abre un vano estrecho, en forma de aspillera, con un amplio abocinamiento hacia el interior, presentando un arco sogueado con forma de medio punto.
En el muro Oriental, se encuentra un perpiaño terminado en un modillón con decoración sogueada. También aparece otro perpiaño sogueado terminado por un baquetón.
En el muro Norte, colocadas horizontalmente y visibles desde el internior, una en el interior y otra desde el exterior, dos pilastras divididas en tres fajas paralelas con un baquetón central, con forma de espina de pez.
En el muro Sur, aparece un pequeño nicho decorado con un baquetón sogueado.
En trabajos de excavaciones arqueológicas se comprobó que los muros actuales no corresponden al edificio primitivo, del cual no se encontraron cimientos, suponiendo que se encuentran en las inmediaciones. Además aparecieron partes de vasijas y cerámicas, materiales de bronce y hierro, y monedas (maravedies) de la época de Felipe III, IV y V, y Carlos II y III. Lo más sorprendente, fue hallar tumbas infantiles y de adultos, con restos óseos. Todo lo encontrado está expuesto en el Museo Arqueológico Provincial de Ourense, en la Calle do Bispo Carrascosa, 1.
Otras piezas fueron documentadas esparcidas por las casas y formando parte de los muros de los viñedos de Francelos.

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